Este 4 de junio se cumple el primer aniversario de un hecho que conmocionó a la región sur de la provincia de Corrientes.
04-06-25
Se trata del doble femicidio de las hermanas Marisel Isondú Fernández de 22 años y su hermana Aitana de 9, ocurrido en Parada Acuña.
El autor material de semejante crimen Antonio César Villalva de 41 años, está detenido y encausado por la justicia, luego de pèrmanecer unos cuantos días fugitivo.
Ricardo López Ruiz Fiscal de Monte Caseros, comentó a nuestro medio, que el sujeto imputado por el crimen solicitó a través de su defensa ser trasladado a Corrientes para recibir atención psiquiátrica.
Además López Ruiz indicó que la causa está encaminada a ser elevada a juicio próximamente.
Los Hechos
El doble crimen habría ocurrido alrededor de las 18:15 de ese martes en Parada Acuña, ubicada a unos 20 kilómetros de la localidad de Colonia Libertad, departamento de Monte Caseros.
El propio Ministro de Seguridad de la Provincia confirmó en ese momento, que la hipótesis más fuerte de la Justicia, es que podría tratarse de un fallido ataque sexual de Antonio Villalba contra la menor, que fue frustrado por la hermana.
En esa instancia, el sujeto tomó un cuchillo y arremetió 15 veces contra Marisel Fernández provocándole dos heridas que fueron mortales.
Mientras tanto la niña, que acababa de llegar de la escuela, fue ahorcada con el cordón del guardapolvo.
Antonio Villalba pensó que también había matado, a Aitana por lo que tomó una silla, un cable, salió de la casa y se dirigió unos 15 metros hasta un árbol cercano, donde intentó quitarse la vida, pero las ataduras se rompieron y terminó cayendo al piso si poder suicidarse.
Volvió a la casa, y en ese preciso momento llegaba Miguel Zárate, pareja de Marisel, quien notó algo extraño en la conducta de su amigo frente a la casa, que al verlo salió corriendo y huyó del lugar con rumbo incierto.
Zárate es peón rural y su patrón fue quien lo acercó en su camioneta hasta la casa para luego retirarse.
Al entrar a la precaria vivienda, Zárate se encontró con el horrible panorama en la habitación de la casilla con su esposa asesinada y su cuñada aún con un hilo de vida.
De inmediato la trasladaron hacia el Hospital Zonal de Curuzú Cuatiá, ya que por distancia es la ciudad más cercana.
La niña murió a poco de ingresar, por lo que se convertía en la segunda víctima del brutal ataque.
Más tarde unos 200 policías rastrillaron la zona rural en busca de Villalva, hasta que luego de varios días pudieron apresarlo y ponerlo bajo el poder judicial.
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