Desde San José 1111, la expresidenta agradeció el apoyo y ratificó que “los pueblos siempre vuelven”.
18-06-25
Una Plaza de Mayo desbordada, miles de banderas flameando y un mismo grito: basta de proscripción.
Mientras la militancia peronista y de organizaciones sociales copaba el centro porteño, Cristina Fernández de Kirchner rompió el silencio desde su casa, convertida hoy en epicentro de resistencia política y popular, y destacó la importancia de la organización para clarificar el panorama político-electoral.
"Lo que más me gustó fue escucharlos cantar otra vez ‘vamos a volver'", dijo la expresidenta en un audio que se escuchó con suma atención en la plaza histórica.
Desde temprano, la Plaza de Mayo se llenó de banderas, bombos y cánticos que recordaron otras jornadas históricas.
Era una cita obligada para miles de militantes que, sin importar el frío, se acercaron para rechazar la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner y defender la democracia.
Desde su domicilio, la expresidenta habló para ellos.
Y, como siempre, lo hizo sin pelos en la lengua.
“Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están, queridos compatriotas, en esa maravillosa e histórica Plaza de Mayo?
Bueno, yo acá, en San José 1111, firme y tranquila.
Eso sí, con prohibición de salir al balcón.
Dios mío, qué cachivaches que son”, arrancó entre risas, conectando al instante con su público.
“Otra vez vamos a volver”
Mientras la militancia cantaba y se abrazaba, Cristina se tomó un momento para agradecer: “Los he escuchado cantar consignas, la marcha, el himno.
Pero lo que más me gustó fue escucharlos gritar otra vez 'vamos a volver'”.
La expresidenta sostuvo que quiere de nuevo un país donde los pibes coman cuatro veces al día, donde en las escuelas haya libros y computadoras, donde los laburantes lleguen a fin de mes y los jubilados reciban sus remedios.
“Ese país no fue ninguna utopía. Lo vivimos.
Fueron doce años y medio en los que eso pasaba. Y además lo dejamos desendeudado, como a las familias y a las empresas”, subrayó.
Críticas al modelo de Milei: “Se cae, como el yogur”
El mensaje se tornó entonces más contundente.
“Increíble lo que han hecho, cómo han destruido todo”, señaló.
Y disparó: “como aquello fue una realidad, les quiero decir que este modelo que ahora encarna Milei no es distinto a los de antes.
Se cae, compañeros. Y no se cae solo porque es injusto o inequitativo, se cae porque es insostenible en términos económicos.
Tiene vencimiento, como el yogur”.
En ese punto, recordó experiencias pasadas:
“Ya lo vimos con Martínez de Hoz en el ‘76, con Cavallo en los ‘90… siempre termina igual”.
Dura contra Caputo: “más chanta no se consigue”
Cristina apuntó sin vueltas al actual ministro de Economía:
“¿Cómo se sostiene un país donde la gente tiene que tarjetear la comida y después no puede pagar la tarjeta?
Mientras tanto, el impresentable de Caputo alquila dólares para simular que tiene reservas.
¿Realmente hay alguien que crea que esto es sostenible?
Mi Dios, más chanta no se consigue”.
Memoria, historia y resistencia
Cristina también habló de su historia personal: “No sé qué me depara el futuro inmediato, no tengo una bola de cristal.
Pero ya viví una dictadura que desapareció a 30.000 compañeros, viví intentos de saquear el país, viví el sacrificio de Néstor, y también un intento de asesinato.
La verdad, no me ha faltado nada en estos años. Y a pesar de todo, acá estoy”.
En uno de los pasajes más emotivos, aseguró: “Voy a seguir haciendo todo lo que esté a mi alcance para estar junto a ustedes.
Lo vamos a hacer porque tenemos algo que ellos jamás van a tener, ni aunque compren todo: tenemos pueblo, tenemos memoria, tenemos historia y tenemos patria.
Vamos a volver. Una y mil veces vamos a volver.
Los pueblos, finalmente, siempre vuelven”.
Una plaza desbordada de militancia y firmeza
La jornada incluyó operativos policiales para intentar frenar caravanas, maniobras de intimidación denunciadas por los organizadores y una Plaza de Mayo que desbordó de militancia y resistencia.
Gobernadores, intendentes, sindicatos, movimientos sociales y estudiantiles marcharon bajo una consigna que lo sintetizó todo: rechazo a la proscripción y defensa de la democracia.
Cristina cerró su mensaje con un abrazo a distancia: “les mando un abrazo enorme a esa plaza maravillosa, desbordada, que me hace acordar a la del 9 de diciembre de 2015.
Gracias por estar codo a codo, fuerza compatriotas, los quiero con todo mi corazón.
Como siempre, con firmeza, con mucho trabajo y con amor profundo por esta patria.
Fuerza compañeros, fuerza argentinos”.
Y la plaza, otra vez, estalló.
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