Primero hubo un cruce frente a una estación de servicios, en la que un joven resultó herido.
19-12-23
Después se dieron una serie de ataques contra dos viviendas en las que impactaron al menos 20 balazos.
La Policía busca a los sospechosos. El trasfondo sería la venta de drogas.
Al menos tres tiroteos registrados en una misma noche en la zona sureste de la ciudad de Corrientes pusieron en estado de alerta máxima a la Policía.
El enfrentamiento entre personas que podrían estar vinculadas a la venta de drogas dejó un herido y dos viviendas con daños provocados a raíz de una veintena de balazos.
La fuerza de seguridad, según estableció diario época, busca a dos de los involucrados y en este sentido, realizaron allanamientos en diferentes barrios.
Los tiroteos fueron el desencadenante de una serie de amenazas que miembros de cada bando intercambiaron a través de redes sociales.
En esos mensajes, cada parte "invitaba" a sus rivales a encontrarse y dirimir diferencias.
Tal como este medio lo reflejó en su edición dominical, el primero de los incidentes con disparos de arma de fuego ocurrió el viernes frente a una estación de servicios ubicada en la esquina de avenida Nicolás Avellaneda y Medrano, en el barrio General Güemes.
En ese lugar, a las 22:15, un muchacho identificado como Matías R. A., alias "Osito", resultó alcanzado de un impacto en el brazo derecho.
Empleados de la expendedora de combustibles dijeron que el muchacho circulaba en una motocicleta Honda Tornado 250.
Ese vehículo fue dejado en el lugar, porque otras personas llevaron al joven hasta el área de emergencias del Hospital Escuela en un automóvil particular.
La posterior investigación llevó a saber que Matías había llegado a la estación para realizar una compra en el shop.
Una vez que el motociclista salió del predio se produjo el altercado con los ocupantes de un Volkswagen Fox negro, cuyos ocupantes realizaron varios disparos.
Ayer, fuentes del caso precisaron que el joven herido presuntamente portaba un arma que llevaron los ocupantes de un auto blanco con el cual fueron a socorrerlo.
"Habría alcanzado a defenderse con algunos disparos", dijeron.
A las pocas horas de este incidente, ya en la madrugada del sábado, ocurrieron ataques a tiros hacia dos viviendas.
Esos domicilios estarían relacionados a los dos sospechosos de la agresión contra "Osito".
Una de estas balaceras ocurrió en inmediaciones al cruce de las calles Palermo y Sánchez de Bustamante del barrio 17 de Agosto.
Poco antes de las 3, frenó un auto y sus ocupantes comenzaron a descargar una pistola calibre 9 milímetros en dirección a la vivienda donde residiría Mariano F. M., un joven de 21 años sospechado del ataque al joven baleado.
El domingo, esta casa fue allanada como saldo de un trabajo a cargo de detectives de la Dirección de Investigación Criminal y de la Dirección de Investigación de Delitos Complejos, a quienes acompañaron Policía de Alto Riesgo, Grupo de Intervención Rápida e Infantería.
La supuesta vivienda de Mariano M. presenta al menos siete impactos de bala y frente a ella las autoridades de la comisaría Decimoctava encontraron algunos casquillos sobre el suelo.
Durante el operativo del día posterior, hallaron guardada una moto que figuraría como robada.
El segundo tiroteo, tras el suceso de la estación de servicios, se produjo también el sábado a la madrugada, en calle Raúl Alberto Balbastro, entre Fernández de Moratín y Alcorta del barrio Doctor Montaña.
Más de diez impactos de bala hicieron blanco en una pared, ventana, puerta y portón.
No hubo reporte de heridos en este sitio.
Llamados al sistema de emergencias 911 movilizaron a la Policía pero en el lugar ningún vecino aportó mayores datos.
Los proyectiles disparados son de "grueso calibre", explicaron fuentes policiales.
Este domicilio estaría vinculado a los sospechosos prófugos en el caso del tiroteo en la estación del barrio Güemes.
Junto a Facundo M. existe un pedido de captura sobre Lucas R.
En tanto, otras dos viviendas de familiares de "Osito" fueron allanadas en los barrios Fray José de la Quintana y San Marcelo.
La intención fue la búsqueda del arma de fuego con la que habría sido visto al momento de resultar herido.
Las fuentes consultadas precisaron que entre estos individuos existiría un problema, presumiblemente, devenido de alguna cuestión ilícita como ser la venta de drogas.
Y para dirimir sus diferencias emplean las agresiones a balazos a modo de "ajuste de cuentas" o venganza.
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