El denunciante manifestó ser abordado en inmediaciones de calles Tucumán y Chacabuco, a las 19:00 de ayer.
18-7-23
La víctima de 21 años, señaló que cuando se trasladaba a su trabajo, un joven delgado portando un cuchillo -tipo cocina- intentó apuñalarlo en tres oportunidades para robarle el teléfono celular.
El joven atacado realizó la denuncia en sede policial.
En lo que va del 2023, la zona se convirtió en uno de los puntos predilecto de los delincuentes para abordar a sus víctimas.
En un radio de 300 metros, se han denunciado varios hechos delictivos que van desde robos ocasionales, a viviendas, ataques sexuales y robo de celulares como en este caso.
Sólo contando los hechos que salieron a luz en medios locales, en lo que va del 2023 se contabilizan los siguientes casos:
El día 13 de enero, una joven denunció ser abordada por un desconocido que bajo amenaza le robó el celular, cuando caminaba por la vía pública.
Un mes después la familia Villa denunciaba haber sido víctima de un robo en su vivienda, esto ocurrió el 14 de marzo.
En mayo le tocó a la familia Ponce; también fueron saqueados por delincuentes, que forzaron las puertas y robaron las pertenencias de la familia, que anteriormente ya había sido objetivo de los ladrones.
Por esa época también se conocieron otros intentos de robos y roturas de rejas de viviendas del barrio, que no llegaron a tomar estado público, ni se radicaron denuncias formales en sede policial.
Hace pocos días, el 11 de julio más exactamente, una mujer joven denunció en Redes sociales haber sido atacada por un Sátiro cerca del punto denunciado anoche por la nueva víctima de robo.
Y recordar el feroz ataque casi al unísono del caso del sátiro, del que resultó con lesiones en su cabeza un sereno apedreado por dos desconocidos cuando salía en su bicicleta.
Es un radio de pocas cuadras que se podrían circunscribir entre calles Chacabuco, Libertador, Tucumán y Caá Guazú.
Donde destacan las actividades deportivas y escolares dado que además del barrio Chopo Areta, funciona el Club Samuel W. Robinson y la Escuela Ramón J. Cárcano.
Una zona muy transitada que de a poco se fue transformando en un área de mucha actividad delincuencial.
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