Claudio Anselmo sostuvo que "la situación por la sequía es complicada en varias zonas".
11-01-23
Foto representativa. |
El Ministro de Producción dijo que el clima "es inmanejable" y que desde el Gobierno ayudan para que los daños que se generen sean mínimos.
Continúa la emergencia agropecuaria por la escasez de precipitaciones en los últimos tres años.
La situación del campo en la provincia de Corrientes se está tornando crítica debido a la falta de precipitaciones importantes en gran parte del territorio.
La sequía es cada vez más intensa, ya que hace varios años que las lluvias no son las suficientes para la actividad agropecuaria.
Al respecto, época dialogó con el ministro de Producción de la Provincia de Corrientes, Claudio Anselmo, quien remarcó al ser consultado por la situación actual que, "lamentablemente, estamos atravesando hace tiempo esta sequía, prácticamente tres años de precipitaciones menores a lo normal, por eso trabajamos el 2022 decretando la Emergencia Agropecuaria por el primer semestre que luego se prorrogó por el segundo y a fin del año pasado se volvió a extender por seis meses más, dado que se mantenían las condiciones".
Anselmo dejó en claro que "el clima es inmanejable" y lo que buscan es tratar "de compensar los principales daños que pueda generar a cada una de las actividades".
La sequía es propicia para los incendios y las que están en constante alerta son las empresas forestales.
El Ministro desarrolló:
"En lo que respecta a los incendios, si bien hubo varios focos en lo que va de diciembre y los primeros diez días de enero, no se reportaron graves daños porque se ha actuado con mucha rapidez y se controlaron en su mayoría con alcance menor".
Pero remarcó que no hay que bajar la guardia para que no ocurra lo del año pasado en nuestra provincia, con incendios de magnitudes importantes, por ello resaltó que "hay que estar atentos todos los días, mantenemos el alerta y la prohibición del fuego, pero lamentablemente las condiciones son muy complicadas".
Diferentes imágenes llegadas del interior de la provincia mostraron la desolación en la que se pueden ver lagunas totalmente secas e incluso algunos lugares turísticos debieron cerrar sus playas momentáneamente por la baja de los ríos y lagunas.
Anselmo remarcó que el campo es el que más sufre con esta sequía, porque "esto impacta en todas las actividades, por su alcance y difusión en la provincia, la ganadería es una de las más complicadas, aunque la situación no es igual en toda la provincia; ya que el Centro y Sur están más complicados que el resto".
El Ministro de Producción también dejó en claro que "en la medida que continúen estos días de altas temperaturas y muy baja humedad en el ambiente se va agravando la situación", y Corrientes no es la única provincia que atraviesa esta triste situación, que se puede apreciar en la región y gran parte de Argentina, "comparativamente, en este momento hay provincias que están más complicadas que nosotros, nuestros vecinos de Entre Ríos y gran parte de Santa Fe; particularmente en el Norte están en una situación peor que la nuestra".
El problema de la sequía es cada vez más importante, especialmente para la ganadería -ya mencionada-, que también sufre con esta situación, por lo que Anselmo remarcó:
"Estamos atentos a la situación de manera de poder actuar en los lugares más complicados y, fundamentalmente, tratando de colaborar con los productores más pequeños que son los más vulnerables ante esta situación".
La situación actual para el Ministro "está siendo complicada en varias zonas, Mburucuyá es una de ellas", pero hasta el momento Anselmo aseveró que desde "el Ministerio de Producción no tenemos reporte de situación de gravedad en mortandad de hacienda".
Para finalizar, el titular de la cartera de Producción sabe que la situación por la sequía es crítica.
"Es cierto que hay muchas lagunas que se han secado y la falta de precipitaciones con la combinación de altas temperaturas hizo perder las superficies cubiertas por agua, pero estamos al tanto y siguiendo de cerca la situación en cada uno de los municipios y departamentos".
El 55% de Argentina se encuentra bajo sequía
La escasez de lluvias que padece el territorio argentino desde hace tres años no da tregua.
Graves pérdidas productivas y económicas, como consecuencia de tres años consecutivos del imperio de La Niña, un evento climático que provoca escasez de lluvias y que en los últimos meses se ha agudizado en gran parte del territorio argentino, el 55% del país padece sequía en diferentes grados.
Para la producción agropecuaria la situación es crítica.
Toda la superficie de las provincias de la región central, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, las de mayor relevancia en cuanto a volumen de producción agroindustrial, se encuentran en condiciones de sequía.
Según el Sistema de Información Sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (SISSA), al 5 de enero de 2023 el 54,48% del país registra sequía de diferente magnitud: un 11,57% sufre una sequía excepcional; un 7,43% una sequía extrema; un 14,39%, severa; un 22,19%, moderada, y un 8,9% está anormalmente seco.
Si se analiza por provincias, un 1,95% de Buenos Aires atraviesa una sequía excepcional; un 10, 26%, está en sequía extrema; un 18,14%, severa; un 39,94%, moderada; y un 16,43% se halla anormalmente seco.
Afortunadamente, un 13,28% del área bonaerense quedó a salvo del déficit hídrico.
En Córdoba sólo un 2,3% del territorio logró escapar a la sequía; un 0,46% sufre sequía extrema; 26,4%, severa; 54,24%, moderada y 17,24%, se halla anormalmente seco.
Toda la provincia de Entre Ríos está seca: un 6,9% en situación extrema; un 64,6% en sequía severa; un 29,28%, moderada; y un 0,57% se encuentra anormalmente seco.
En tanto, Santa Fe también está arrasada por la sequía de punta a punta.
Allí, en un 0,8% es excepcional; en un 9,3%, extrema; en un 38,54%, severa; en un 44,97% es moderada, mientras que un 7,39% está anormalmente seco.
De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), hasta el momento, en la zona núcleo, el área que abarca el Sur de Santa Fe, Norte de Buenos Aires y Sudeste de Entre Ríos, ya se perdió el 40% del maíz sembrado en fecha temprana.
Se trata de unas 80.000 hectáreas que dejarán pérdidas de 1.500 dólares por hectárea en campo alquilado y de 780 dólares en tierra propia.
Pasada ya la ventana, el período en el que es posible sembrar un cultivo para su óptimo desarrollo, aún queda por implantarse en 30% del área de maíz y el 20% de la de soja en la región agrícola central y todos los productores miran al cielo rogando que aparezcan los milímetros que permitan al menos reducir un poco las pérdidas.
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