Lo dijo Yolanda, la mujer asaltada violentamente en su quinta de la localidad de Juan Pujol. Tres delincuentes ingresaron, y la maltrataron.
25-11-22
Estaba con su nuera y un nieto de 2 años. Se llevaron una gran suma de dinero.
"Cada 15 días hay una entradera, no podemos sentarnos un ratito a descansar porque no sabemos si nos van a entrar", dijo.
Yolanda Urbani, contó: "no me golpearon, me agarraron en el fondo de mi casa, me iba a ver el riego de las plantas, y ahí me taparon la boca y me decían que no grite, yo le pedía por mi pierna porque tengo una operación".
A su vez, la mujer comentó: "después me llevaron hasta adentro de la casa, yo le decía despacio porque no puedo caminar rápido y él me decía tengo que hacer las cosas rápido".
Asimismo, la damnificada, describió: "fue el miércoles a las 6 de la tarde, eran tres delincuentes, encapuchados, no le noté una tonada extraña, para mi hablaban con nuestra tonada, tenían armas de fuego, una chiquita era, pero no sé si era de juguete o no".
Al mismo tiempo, Yolanda, destacó: "por suerte no me pegaron, solo me apretaron la cara y me decían que no grite, pero agradezco que no me lastimaron".
Y agregó: "estaba mi nuera y mi nieto también, mi marido llegó cuando los tipos se fueron".
En ese mismo sentido, la mujer afirmó: "se llevaron dinero, mío y de mi nuera, además el celular, me pedían dólares, pero yo no tengo, yo vivo de mi jubilación".
Y señaló: "me dejaron sentada en la cocina, me pidieron plata, buscó, me dijo que era poco, y le dí un poco más y después fueron a lo de mi nuera, le pidieron también plata y se fueron".
Además, la mujer mencionó: "creemos que vinieron y se fueron caminando, porque hay pisadas en la zona, que son extrañas".
Sobre cómo se encuentra su nieto de dos años, dijo: "mi nieto está aferrado a la madre, quedó asustado, pero como es chiquito, tiene dos años recién, no creo que se haya dado cuenta de mucho".
"Era el ahorro de mi vida, y de mi hijo, estoy agotada, y no es el primer asalto de este tipo, a mi vecino lo asaltaron hace cuatro meses, después se fueron a otro vecino, y de ahí a Mocoretá, cada 15 días hay una entradera, no podemos sentarnos un ratito a descansar porque no sabemos si nos van a entrar" remarcó.
Asimismo, Yolanda, enfatizó: "tenemos ganas de hacer justicia por mano propia porque no podemos vivir así, y estamos cansados porque no les agarran a nadie".
Por último, la mujer, indicó: "vino la policía, con muchos efectivos, perros, hicieron todo lo que tenían que hacer, pero hasta ahora no sé nada".
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