¿Dolor de cabeza? ¿Dolor de muela? Muchas personas se limitan a tomar una tableta de paracetamol.
Dependiendo de la dosis, los analgésicos como el ibuprofeno, la aspirina o el paracetamol pueden tomarse, por lo general, sin receta y sin problemas.
En el caso del paracetamol, se requiere una receta oficial para una dosis de 500 mg o más.
La dosis máxima diaria recomendada para adultos sanos es de 4000 mg.
Muchas de las personas que consumen por su cuenta altas dosis de paracetamol suelen desconocer los posibles efectos secundarios y las consecuencias.
La mayoría de la gente no lo considera peligroso o adictivo.
Sobredosis y descontrol pueden causar insuficiencia hepática.
"El paracetamol puede dañar el hígado, especialmente en niños que reciben sobredosis.
El hígado se inflama porque no puede eliminar las sustancias degradadas, y cuanto más células hepáticas se destruyan, más dramático será", dice Gerhard Müller-Schwefe, del Centro del Dolor y Paliativo de Göppingen.
Dependiendo de la cantidad de paracetamol que se tome y durante qué periodo de tiempo, el analgésico puede convertirse en una adicción.
El paracetamol afecta principalmente el sistema nervioso central.
"Ahora sabemos que el paracetamol ataca el sistema de la médula espinal responsable del control del dolor, que produce su propio cannabis.
Este es uno de los diversos sistemas de protección y control del dolor del cuerpo humano", explica Müller-Schwefe.
"Uno de ellos es el sistema de endorfinas, que produce morfinas propias.
En situaciones de crisis, se activa súbitamente y nos protege".
El paracetamol puede aumentar la asunción de riesgos.
El consumo descontrolado de paracetamol interfiere en los sistemas naturales de control del dolor, lo que ocasiona que "se pierda la empatía", advierte Müller-Schwefe.
Todo nos deja fríos: "Sea que alguien sufra o se alegre”.
El excesivo consumo de paracetamol crea una coraza emocional interna.
Pero también "la persona termina tomando decisiones súbitas y sin sopesar.
Está más dispuesta a asumir riesgos", agrega Müller-Schwefe.
Un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, realizado en 2020, concluye que el paracetamol tiene un efecto sobre la conciencia humana y puede incluso cambiar el carácter a corto plazo.
"Hay personas que toman paracetamol no solo para aliviar el dolor. También buscan el efecto de blindaje.
Dejar de estar tan afectado emocionalmente, ya sea positiva o negativamente", explica Müller-Schwefe.
Paracetamol, potencialmente mortal
Como terapeuta especializado, Müller-Schwefe conoce las alternativas para contrarrestar los diferentes tipos de dolor.
"Pero el mero hecho de tomar un analgésico de forma profiláctica porque quieres hacer deporte, por ejemplo, es un completo disparate", afirma.
El paracetamol está disponible en todas partes, en muchos países en farmacias o supermercados, y no todas las personas lo compran para tratar el dolor físico.
"En Escocia, el paracetamol es la principal droga para el suicidio.
El paracetamol consumido junto con una cantidad suficiente de licor destruye el hígado irremediablemente", afirma Müller-Schwefe.
Los humanos podemos vivir sin paracetamol y alcohol, pero no sin hígado.
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