El legado de Botón

La muerte de Eduardo Galantini, un caudillo con mucho carisma, deja un escenario político partidario local, bastante más trastocado del que ya teníamos.


Ayer en su sepelio se mencionó en varias oportunidades, "El legado de Botón", una frase que caló hondo en el ánimo de los concurrentes.

Sin embargo, es necesario detenerse a pensar un poco en esta frase, para poder así decodificar las oportunidades que se abren, en medio de lo que parece una debacle partidaria, por el fallecimiento del líder y conductor del PJ casereño.

Botón entre otras cosas, y a mi modo de ver, dejó como legado (herencia), un partido justicialista totalmente atomizado, con una "dirigencia" clasista y auto percibida de élite, encerrada en sí misma, que llevó al justicialismo a cuatro derrotas consecutivas, paradógicamente, luego de tener una de las más exitosas gestiones municipales.

Se perdió el municipio ante un ignoto Miguel Olivieri, de pocas luces y sin experiencia política. 

Acá se puede ver claramente, la importancia que tiene el trabajo en equipo, de personas que están convencidas que el objetivo es asequible.

El partido sufrió sistemáticamente el éxodo de valiosas Compañeras y Compañeros, que fueron empujados a dejar sus convicciones de lado, porque algunos cantos de sirenas ensordecieron al caudillo que sólo atendía razones de sus acólitos rentados, y de confianza.

Negacionistas de la realidad, se insistió con la estrategia del caudillo carismático sin equipo, que sale a la cancha y gana el juego solo aunque los árbitros estén en su contra. 

Resultado, otra contundente derrota.

Un partido justicialista donde los proyectos personales siempre se antepusieron a los colectivos, de corte conservador, sin espíritu revolucionario ni formación de nuevos cuadros, dando siempre las mejores oportunidades a los de afuera, antes que a los propios.

"Manejado" por un grupúsculo de conservadores del establishment y defensores a ultranza de las ideas del líder, incapaces de articular una oposición por temor a ser dejados fuera del círculo de pertenencia.

Etiquetadores, discriminadores, rotuladores que miran por encima del hombro a todo aquel que no pertenezca al círculo íntimo; no te lo dicen, pero te lo hacen sentir.

Ya se puede observar, cómo están tratando de continuar con esa metodología de poder, que tan buenos resultados personales les ha redituado, mientras las/os afiliados y simpatizantes del peronismo deambulan de un lado a otro buscando que alguien comprenda sus necesidades y los ayude.

Este es el Legado que Botón dejó en el plano dirigencial partidario; aquellos que lo quieran cultivar y hacer crecer terminarán indefectiblemente como él; sumando derrotas electorales y alejándose del poder que les mejore la vida a las/os Compañeros.   

Quien detente la dirigencia partidaria, de ahora en más deberá deconstruir los últimos tiempos y darle una nueva resignificación al modo de construir política partidaria, en la comprensión que sin el acompañamiento de las bases, los líderes caen.

Pablo Lugo.

Compartir
    Mensajes Gmail
    Mensajes Facebook
Con tecnología de Blogger.