Coronavirus, una pandemia que crece y se multiplica en la anarquía social

Esta pandemia del Covid-19, inédita en el mundo sigue sumando cadáveres y muchos ni siquiera han tomado nota del asunto.


El virus descubierto en la ciudad de Wuhan China, el año pasado está dejando muertos a diestra y siniestra y todavía no hay una vacuna que pueda mitigar su fuerza devastadora.

Pero pareciera que algunas personas sólo se contentan con estar bien en el día a día, y no toman recaudos para protegerse y proteger a sus seres queridos y a sus vecinos.

La noche de este Jueves Santo, fue la muestra cabal de que hay personas a las que no les interesa la salud del conjunto de la población de Monte Caseros. (Varios vecinos de distintos barrios reportaron juntadas y fiestas).

Con unos manguitos en el bolsillo, que el Estado nacional puso a su disposición para poder sortear los avatares de una economía totalmente paralizada, muchos de nuestros compoblanos aprovecharon para juntarse y derrochar alegría y jolgorio, sabiendo que la cuarentena lo prohíbe.

¿Qué tipo de personas ponen en riesgo la salud de toda una ciudad como Monte Caseros?

Para mi modo de ver son dos tipos de personas, que son potenciales vehículos que motorizan la pandemia.

Por un lado están los egoístas e individualistas que se piensan omnipotentes y que a ellos o a sus familias no les va a tocar el virus, por lo que desoyen las recomendaciones y las leyes formuladas al respecto.

El caso más emblemático y paradigmático es el del viceintendente de nuestra ciudad; que por los medios masivos de comunicación sale a hacer declaraciones que concientizan, pero al mismo tiempo se reúne con sus camaradas a pasarla bien en plena cuarentena.

Ese tipo de comportamiento errático y poco responsable hace que el esfuerzo de muchas personas que dejaron de circular por las razones impuestas por la realidad, terminen pensando que todo da igual y que no vale la pena respetar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.

El otro vehículo que motoriza el posible contagio, es la ignorancia de algunas personas; no importa su condición social, pueden ser los más ricos o los más pobres del pueblo.

Pero su recortada mirada sobre los acontecimientos que mantienen en vilo al mundo entero, los lleva a cometer errores de apreciación que no les permite ver el peligro que su actitud despreocupada e indolente representa para ellos mismo y la sociedad donde están insertos.

A esta altura de los acontecimientos, creo que los referentes de cada institución política, religiosa, económica, empresarial, social o de cualquier otra índole, deben dar los mejores ejemplos posibles, es decir si se dispone el uso de barbijos, todos, quiero decir todos, debemos usar barbijos, sobre todo los funcionarios municipales desde donde emanó la medida.

Si se dispone una sola persona por vehículo, o dos pero uno adelante y otra detrás, se debe cumplir a rajatabla. 

No puede ser que los mismos funcionarios municipales que deben dar el ejemplo de ciudadanía y viajan en vehículos oficiales se pasen las normas que ellos mismos establecen por el quinto forro.

La anarquía social, es un peligro en este momento para todos. 

No podemos esperar que las Fuerzas de Seguridad, nos estén contínuamente repitiendo cómo son las cosas. 

Debemos tomar conciencia social de esta verdadera máquina de matar que se llama coronavirus.

Podemos ser mejores de lo que hemos demostrado hasta ahora, todos los líderes deben llevar la voz cantante y revertir esta loca actitud despreocupada de muchas personas que, o no entienden o no quieren someterse a las reglas de juego, que la realidad nos impone.

Por eso necesitamos ser solidarios, humanitarios y buenos ciudadanos, que no sólo queremos salvaguardar a nuestras familias, sino también a nuestros vecinos.

Por eso te pido, por lo que más quieras, "Quedate en casa" respetá y hacé respetar la cuarentena. Todavía podemos salvarnos.

Pablo Lugo.
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