El día de ayer parece haber bajado el diablo a nuestra ciudad; desde tempranas horas una gresca callejera en pleno centro, dejó como saldo a un joven asesinado y otro aprehendido; por la noche en la periferia casi ocurre lo mismo.
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| Comisario Claudio Daniel Fernández. Foto de archivo. |
A media tarde desde Puerto Ceibo se anoticiaba sobre la desaparición de otro joven que estaba pescando en la zona, cuyo cuerpo posteriormente, fue hallado sin vida por Prefectura.
Lo que comenzó con una pelea callejera en calle Italia y Colón y sacudió a la opinión pública por el luctuoso resultado, terminó cerca de las 22,00 en Barrio San Ramón Sur con una contienda masiva entre personas de distintas familias con asuntos pendientes.
El hilo conductor de este tipo de comportamientos sociales, suele ser los jóvenes.
Chicos de entre 16 y 20 años aproximadamente, que se juntan para hacer escándalos o justicia por mano propia, poniendo en riesgo la integridad física y patrimonial de vecinos y transeúntes.
Sobre los hechos de vandalismos ocurridos anoche en San Ramón Sur, todavía no hay información oficial, pero se sabe que dos bandas de personas se trenzaron en lucha con gomeras, palos, machetes, cuchillos y quien sabe que otro tipo de objetos contundentes para lastimar a sus rivales.
Hacía escasos 15,00 minutos que una patrulla de la Policía de Corrientes había recorrido la zona de batalla, sin novedades al respecto.
Parece que ambos bandos esperaron que los agentes del orden se retiraran para comenzar, una suerte de guerrilla que llevó casi una hora de enfrentamiento.
Cuando la Policía regresó alertada por los vecinos sobre los desmanes, los miembros de las familias en contienda cesaron en su agresividad, escapando unos y escondiéndose otros.
Calle Entre Ríos al fondo deficientemente iluminada y sin mayor presencia del Estado municipal, se convierte de a poco en una especie de villa donde predominan los violentos y sus prácticas belicosas.
Mientras tanto, en pleno centro de la ciudad y a tres cuadras de la Comisaría primera, las condiciones del barrio son diferentes; pero los hechos revelan un gran desprecio por las normas de conviviencia y de la vida humana.
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