Ante la ola de inseguridad que sufren los vecinos de nuestra localidad en sus diversas modalidades, desde el ámbito político se está estudiando la posibilidad de traer policías formados y pertrechados como los del Cuerpo de Operaciones Especiales Móviles.
La delincuencia ha ganado mucho terreno en los últimos años en nuestra ciudad ante la pasividad de los gobernantes que fueron muy tolerantes con el desborde delincuencial en sus distintas facetas.
Desde los delitos rurales, como el robo y el abigeato, hasta el narco menudeo que deja sin poder movilizarse a vecinos de barrios enteros, junto a otros delitos contra la propiedad que se manifiestan con una violencia inusitada.
Todos estos hechos delictivos ocurren a plena luz del día, de noche, en lugares periféricos de la ciudad, como así en pleno centro.
Es evidente que la fuerza policial no cuenta con los recursos necesarios para poder controlar la situación por más que se esfuercen.
Sin una dotación de agentes que puedan contener el descontrol, con pocos recursos económicos y con una alta tolerancia hacia el delito de parte de los gobernantes, ésta realidad asusta.
Desde hace pocos meses los levantamientos barriales se están haciendo cada vez más frecuentes, con una violencia tal que perturba la paz en los distintos puntos de reunión de personas totalmente despreocupadas por el semejante.
A pesar de los eventos ya hartos conocidos, ocurridos en los barrios San Ramón Sur y Las Termas donde una multitud de delincuentes y sus cómplices hacen temer lo peor para los pobladores; y la imposición del orden por medio de recursos articulados de las distintas Fuerzas de Seguridad, el delito no cesa.
La violencia se manifiesta en pleno mediodía cuando un par de muchachitos evidentemente enemistados, se traban en lucha con gomeras y piedrazos que vuelan hacia todas partes, sin reparar en los daños que les puedan ocasionar a terceros.
Apuñalados por "riña entre vecinos" en la madrugada de este viernes en barrio Gauchito Gil, o robados a punta de arma de fuego en la costanera, donde una pareja denunció que les robaron sus celulares en la tarde de hoy.
Sumados al reclamo de los chacareros sobre el robo de ganado y otras pertenencias en la zona rural, esto se ya torna en una cuestión cotidiana.
De parte de las autoridades policiales se suele escuchar que hacen lo humanamente posible, entendiendo que la coyuntura de crisis económica y social también es una resultante de este tipo de actividades delictivas; pero es oportuno señalar, que esto viene desde hace varios años y hoy recrudecen, sin parangón.
Por eso desde el ámbito de la política se está intentando poner un corsé al tema y reencausar el asunto para que se pueda vivir un poco más tranquilos.
Como se sabe la seguridad al cien por ciento no existe, pero desde el Estado Municipal y Provincial se deben agotar todos los esfuerzos que hacen falta para evitar, males aún mayores.
Una de las medidas más esperadas por buena parte de la población, es que se aumente la cantidad de recursos humanos, económicos y de logística para la policía local, brindándoles también mayor infraestructura para desarrollar su labor con mejores resultados.
El arribo o creación de un cuerpo de élite, podría ser una solución más o menos razonable para paliar la situación; pero, sin políticas de inclusión y contención social, ni toda la represión de la que son capaces de ejercer podrá ponerle fin al tormento de muchos vecinos de bien, que solo quieren vivir tranquilos y sin miedo.
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