En cuanto al tipo de nutriente faltante en la estadística correspondiente al último año, el 14,5% de los chicos registró carencias de carne, pollo y pescado; el 22,6 de fruta; el 20,7 de verduras y el 9,9 de lácteos.
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El 14,9 por ciento de los chicos de entre 2 y 17 años -1,6 millones- no realiza al menos una de las cuatro comidas diarias y la última alimentación del día es la más frecuentemente salteada, dado que el 7 por ciento no la ingiere, según un estudio de la UCA.
El informe "Infancias. Progresos y retrocesos en clave de desigualdad" elaborado por el Observatorio de la Deuda Social reveló además que el 37 por ciento de los chicos (4,1 millones) recibió una alimentación con déficit de al menos un nutriente esencial en 2018 o pasaron , lo que representa un aumento de 6,6 puntos porcentuales respecto al año anterior, cuando esta problemática afectaba a sólo el 30,4% de los chicos.
"De 2017 a 2018, casi 900 mil chicos más tienen déficit de al menos un nutriente", dice el texto.
Los niños y adolescentes con problemas de acceso a la alimentación viven en hogares que redujeron su dieta al menos en una de las cuatro comidas diarias o pasaron hambre, se elevó entre 2017 y 2018 un 35%, la cifra más elevada en los últimos ocho años, según un nuevo informe de la Universidad Católica Argentina.
"El riesgo alimentario se incrementó de modo significativo en los niños: esto quiere decir que viven en hogares que tuvieron que bajar sus consumos alimentarios por problemas económicos", aseguró Ianina Tuñón, investigadora de la UCA y responsable del informe.
"En general en esos hogares los primeros que dejan de acceder a esos alimentos son los adultos: las mujeres primero, los hombres después para finalmente ser los niños", agregó.
Jueves, 06 de junio de 2019
Télam
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