Condenaron a un hombre a 10 años de prisión por violentar sexualmente a su esposa

La mujer señaló que fue víctima de violencia y maltratos frecuentes. Por su parte, el imputado negó las acusaciones y dijo que jamás le levantó la mano. 


Un hombre oriundo de Monte Caseros fue condenado a 10 años de prisión por haber abusado sexualmente de su esposa, con quien tiene dos hijos. 

El debate se realizó en el Tribunal Oral Penal de Paso de los Libres compuesto por Marcelo Fleitas (presidente del debate), Gustavo Ifrán y Marcelo Pardo (vocales). 

El caso es controvertido. La mujer lo había denunciado por obligarla a tener sexo vía anal, pese a haberlo consentido en varias oportunidades. 

Dos integrantes del TOP, Fleitas e Ifran entendieron que la mujer actuaba bajo amenaza. Sin embargo, para el otro miembro del Tribunal, Pardo, la imputación es ambigua, y la víctima cedió ante la petición de su pareja. Finalmente, el hombre fue condenado a la pena de 10 años de prisión. 

El hecho ocurrió en Monte Caseros en febrero del año pasado cuando la mujer se presentó en la Comisaría de esa localidad, y relató que desde hace años recibía agresiones verbales y físicas de su pareja: “Constantemente recibo trompadas, cachetadas, empujones por parte de mi pareja, todo ello en presencia de mis hijos. Y me dice ‘sos una p…”, denunció ante el Tribunal según publica el portal de noticias Confirmado.

“Siempre accedía a sus pedidos sexuales por temor a que me pegara, era muy violento”

Por su parte el acusado declaró en sede Tribunalicia, negó las acusaciones de su pareja, dijo que jamás le levantó la mano, y de manera textual afirmó “nunca la sometí a tener relaciones sexuales, siempre fueron consentidas”

En su declaración, el joven ahora condenado en primera instancia, expresó que su mujer era muy celosa, y que él era víctima reiterada de agresiones verbales, por parte de ella. Uno de los testimonios significativos fue el del padre del imputado. 

El progenitor puntualizó “quiero decir que ella siempre llegaba a casa y contaba su intimidad en familia, se la escuchó decir lo feliz que era y la forma en que mantenía su vida sexual, y lo contaba tan libremente, tan liberal, que nunca nos demostró una expresión de mortificación”

Para los doctores Gustavo Ifran, y Marcelo Fleitas, el imputado actuó en contra de la voluntad expresa de la esposa, y la accede carnalmente, vía anal; además de que la víctima hace tiempo venía sufriendo violencia de género. 

Para Ifran y Fleitas, el peso del testimonio de la víctima fue decisiva. 

En esa línea, argumentan que “la víctima es el testigo necesario. No valorar su testimonio en este contexto, es una práctica que remite prejuicios y estereotipos prohibidos por los estándares internacionales que regulan esta materia, es una forma de propender a la impunidad de estos delitos”.

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