Anoche la Concejal Castañeda volvió sobre el tema del tránsito vehicular en nuestra ciudad al que categorizó como "grave".
Pero también puso en el tapete, la situación de extrema angustia que están atravesando los agentes de tránsito municipal, cuando además de realizar las labores habituales a su condición, deben también comprometer su participación como testigos de casos policiales, que muchas veces les resulta una carga demasiado pesada.
Si a eso se le suma los bajos sueldos que perciben y las demoras de hasta varios meses para que se les liquiden las horas extras, de los carnavales por ejemplo; resulta más que obvio que el Ejecutivo, tiene muy escasa consideración por el plantel de trabajadoras y trabajadores de tránsito.
Castañeda expuso claramente en su alocución, la problemática que se suscita cuando los Inspectores deben asistir a los distintos eventos policiales para los cuales son requeridos como testigos y las implicancias que eso conlleva para su seguridad.
Foto reciente del deposito de vehículos secuestrados. |
Pero además hay que tener en cuenta también que desde hace un tiempo, los trabajadores del área en cuestión, tienen que salir a hacer sus operativos a pie, porque no disponen de un vehículo oficial que puedan utilizar para tales fines.
Es vergonzosa la situación en la que el Municipio está poniendo a los Inspectores de Tránsito, cada vez menos recursos, más obligaciones y menos logística.
Ellos están en todos los eventos organizados por el municipio y otros organismos públicos o privados, son los primeros en llegar y los últimos en irse.
Se exponen ante los golpes, amenazas e improperios de los conductores y motoqueros; son el comodín de cualquier situación, pero a la hora del reconocimiento a su labor pasan desapercibidos.
Lo loco de todo esto, es que el municipio administrado por el "difamador" Olivieri, se gasta fortunas todos los años en motos, autos y lanchas cero kilómetros, para la timba de los carnavales, la doma y cuanta reunión social se pueda armar para explotar una buena cantina.
Cuando todavía andaba, los días de lluvia con impermeable en la ventanilla. |
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