Esta madrugada, dejaron delante la puerta de un hogar, una caja de cartón. La familia, regresando de una fiesta familiar, se encuentra con esta enorme sorpresa.
Foto de Facebook. |
Dentro de la caja se encontraba una bebé recién parida, aún con el cordón umbilical y llena de sangre.
Llevaron urgente el cuerpecito al Sanatorio Corrientes. Toda la noche un grupito de profesionales estuvo luchando para rescatar la vida de esta personita.
La llamaron MILAGROS.
Hoy de mañana estuve celebrando la misa en San Ramón, y mi hermano, el diácono José me comunica que nos llaman del Sanatorio para bautizar a Milagros.
Llegamos, un frío terrible afuera, y nos encontramos con la doctora Alicia Gladis Monzón y un grupo de enfermeros en la terapia del sanatorio.
Todos pendientes de Milagros.
Sentí enseguida lo que puede la terrible fuerza de LA VIDA Y DEL AMOR.
En la incubadora me encuentro con un bebé hermoso, radiante de salud. Su carita reflejaba paz, hasta una sonrisa nos regaló.
Con José y estos hermanos celebramos el bautismo de Milagros.
Fue muy emocionante.
José Mariani, diácono permanente, me manda este escrito: “Sentí la inocencia y falta de protección de una niña de Belén; viví la providencia y esperanza de una hija de Dios”.
Foto de Facebook. |
Yo me acordé de tantos argumentos de los pro-muerte. Y no dejaba de contemplar el rostro de Milagros. El amor que se sentía por ella en esa sala.
Es verdad Jesús: LA VIDA VENCE A LA MUERTE.
Pedimos por Milagros, para que pronto tenga un hogar. Pedimos por esa mamita que concientemente, quiso la vida de su hijita.
Qué lindo sería mostrarle estas fotos, que se entere que su bebé está bien.
Volví a casa con ese rostro en el corazón.
Volvió a triunfar la vida, fui testigo.
P. Tato Pérez.
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