Es el compromiso y responsabilidad que una persona o familia adquiere, cuando deciden adoptar una mascota, asegurando el bienestar de la misma, el de animales, personas y medio ambiente.
Un dueño responsable debe:
Otorgarle agua fresca y adecuada alimentación.
Ofrecerle un hogar con espacio suficiente y protegido de los cambios de temperaturas.
Llevarlo al veterinario para cumplir con el plan sanitario correspondiente (vacunas, desparasitaciones).
No dejar que su mascota deambule por la calle libremente.
Esterilizar a su mascota impidiendo que se reproduzca de forma descontrolada.
No golpear a su mascota.
Jamás abandona a su mascota.
Procura cuidarla, protegerla y darle el afecto que se merece.
Asumir que una mascota no es un juguete temporario sino un ser vivo que nos acompañe por muchos años y que el mismo sufre las inclemencias climáticas, el hambre y por sobre todo la crueldad del abandono.
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