Una mujer de barrio las Termas reclama la ayuda que desde el municipio le prometieron hace diez meses cuando una tormenta le voló el techo de su casilla.
Se trata de Ramona Altamirano madre de dos hijas que vive sobre calle Rivadavia a pocos metros del complejo termal, en un asentamiento poblacional precario.
Altamirano nos contó que en el mes de abril del año pasado, ocasión en que nuestra ciudad sufrió el paso de un tornado, su vivienda se vio duramente castigada por el fenómeno climático que le voló el techo de su precaria casa.
De acuerdo con lo manifestado por la mujer, desde ese mismo momento buscó la asistencia del gobierno municipal para rehacer su casita, donde vive con su marido y una de sus hijas de cinco años, mientras que otra de tres años, que padece un cuadro de asma, debió ser derivada a la vivienda de su progenitor cuya casa está en mejores condiciones.
El caso es que desde aquel momento hasta la fecha, Ramona dijo que nunca la ayudaron con los materiales que le prometieron para mejorar su vivienda a pesar de las veces que intentó que alguien se acerque para ayudarla.
Recuerda que en algún momento se apersono un empleado de la Secretaría de Desarrollo Humano que tomó nota sobre el asunto pero luego no supo más nada del tema.
La vivienda de un solo ambiente que alberga a las tres personas está construida con chapas y tambores de 200 litros cortados a lo largo, maderas y troncos usados. No tienen baño por lo que tienen que pedir permiso a sus vecinos para poder pasar a hacer sus necesidades.
"Mi casa cuando llueve tira todo adentro, tenemos que poner lo que sea trapos, sábanas o lo que tengamos para que no llueva adentro" contó Ramona.
"Estoy esperando una respuesta, que me ayuden aunque sea con ladrillos con algún material para hacer mi casa, porque no puedo vivir con mi hija acá", dijo la mujer.
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