Luego de varios días de cobertura de la información, esta tarde nos encontramos con el intendente Miguel Olivieri y el vice Agustín Meza que estaban en las tareas del terraplén que protege al barrio 308 viviendas.
Mojados hasta la cintura y agotados por los trabajos que debieron enfrentar para evitar que las aguas del río sigan ganándole terreno al barrio Belgrano y 308 viviendas, ambos políticos manifestaron estar al borde de sus fuerzas por el cansancio.
Olivieri, en medias, dijo que le dolía el cuerpo por los trabajos físicos realizados en los estos días y manifestó algo de preocupación por la situación del río y los pronósticos desalentadores que llegan desde las oficinas de los expertos en climatología.
Varias bombas extractoras de agua impulsadas por los motores de unos tractores sacaban el líquido contenido entre los terraplenes y también de calle Falucho del barrio Nuevo. Los vecinos que amanecieron con el agua en la puerta de sus casas estaban reclamando desde el 23 de Diciembre para que se reparare el terraplén colapsado y que taponen los caños de desagüe pluvial que drenaban hacia el campo.
Con la ayuda de una máquina retroexcavadora y unos camiones con tierra se logró cerrar el boquete por donde el agua fluía libremente ocasionando las inundaciones conocidas. Otro grupo de vecinos organizados colaboraban con los trabajos de colocación de bombas extractoras de menor porte para desagotar el agua acumulada en las primeras calles del barrio 308 viviendas.
También ocluían los drenajes pluviales con bolsas de arena, chapas y tierra, evitando que el agua del río penetre a través del terraplén e inunde las casas del populoso barrio. Palas en manos y mucha predisposición los vecinos hacían un esfuerzo mancomunadamente para evitar las inundaciones.
Mensajes Gmail
Mensajes Facebook