La causa que investiga la muerte de Nino Largueri, dio un nuevo paso esta mañana cuando se reunieron el Fiscal Fabián Soto y el Juez Eduardo Alegre, para evaluar la posibilidad de que un testigo aportado por los familiares del muerto, pueda declarar bajo la figura de testigo de identidad reservada.
Como es de conocimiento público, los familiares de Nino y la Coordinadora por los Derechos y la Justicia apuntan desde un primer momento a la policía, o parte de ella, como responsable de la muerte del joven de 23 años que fue hallado muerto en las aguas del río Miriñay Chico, el 30 de Agosto pasado por personal de Prefectura Naval Argentina.
Según lo que pudimos averiguar, el Fiscal les garantizó a los familiares de la víctima que si algún testigo podía aportar datos concretos sobre el caso, éste les garantizaría que la declaración testimonial se efectuaría bajo la figura de identidad reservada. Por eso esta mañana ambos juristas se reunieron en la fiscalía para tratar el asunto.
Como resultado de la reunión, el Juez Alegre avaló con su firma el petitorio de la familia y el compromiso asumido por el fiscal, para que ese testigo desconocido pueda aportar datos que sean suficientemente esclarecedores del caso, como afirmaron desde la Coordinadora y familiares de Nino Largueri.
Desde la semana pasada, personal de alto rango de la Dirección de Investigaciones Criminales (D.I.C) de la Policía de Corrientes, están haciendo algunas averiguaciones sobre el caso, dado que Soto, fiscal de la causa, apartó de la investigación a la policía local por estar sospechada en el hecho. Según lo que pudimos establecer uno de los jefes de la D.I.C, el Comisario Inspector Julio Héctor Segovia acompañado de otro jerarca policial estuvieron recavando datos a pedido de la fiscalía local.
La causa aun no ha sido trasladada al juez, porque que todavía está en etapa de instrucción, pero pudimos saber que no hay datos concluyentes hasta ahora sobre cómo murió Nino, mejor dicho en qué circunstancias murió el joven. La autopsia reveló que la muerte se produjo por asfixia por sumersión, pero el gran interrogante sigue siendo si se ahogó o lo ahogaron.
Consultamos sobre el tema al Dr. Eduardo Alegre, Juez Penal que tendrá que dictaminar sobre el caso cuando el proceso así lo requiera. Alegre manifestó que se va investigar el hecho hasta las últimas consecuencias como se hace siempre, y mencionó que desde que él ejerce el cargo hace cinco años, de un total de cuarenta homicidios se esclarecieron 39 y que el único que todavía no se pudo resolver es el caso por el homicidio de Daniel Arias ocurrido el 9 de Junio de 2011.
Este caso quedó estancado, porque la persona que encontró a Arias malherido y lo trasladó hasta el hospital Róbinson, no aportó datos concretos acerca de quién había herido de muerte a su amigo.
Sobre el caso Nino, el juez Alegre maneja información corroborable que tiene que ver con la historia de Largueri y sus problemas con las adicciones, que llevaron a la justicia a solicitar informes al hospital de salud mental San Francisco de Asís, que desde Mayo de 2012 cuenta con una unidad de adictos y donde Nino estuvo alojado.
Por ahora lo único corroborable en la causa es que Nino murió, según la autopsia, por asfixia por sumersión y hay por lo menos tres interrogantes que surgen casi naturalmente, ¿se ahogó o lo ahogaron? no se tienen hasta el momento pruebas irrefutables sobre esto. El agua que encontraron en su cuerpo ¿es de río o agua corriente? Este asunto está dilucidado por los estudios de laboratorio que revelaron que el agua encontrada en el cuerpo era de río. Si lo mataron ¿cuál fue el móvil del asesinato? y por último ¿quién lo hizo?.
Si bien el tema es policial y mantiene en vilo a la opinión pública, hay que decir también que hay una veta política en el tratamiento del tema y la mediatización del mismo a nivel local, provincial y nacional. Para la opinión del ciudadano común es más fácil digerir que a Nino lo mató la policía, que pensar que se pudo haber suicidado producto de sus propios problemas.
Pero no se puede soslayar el contexto general y las reiteradas denuncias contra la brutalidad policial que de un tiempo a esta parte se están realizando y que lamentablemente caen en saco roto porque a la hora de poner en papel lo que se dice en los medios, la "amnesia" juega una mala pasada y los policías denunciados nunca son reconocidos por su víctimas.
El caso que denunciáramos oportunamente de "Libertad" Blanco del barrio Florida, que fue sacado de su precaria vivienda en la madrugada y llevado a la zona rural por policías que querían saber sobre un robo y lo apalearon y vejaron hasta el hartazgo, dejándolo abandonado en la reserva natural, es uno de ellos.
El caso del menor Maximiliano Cáceres ocurrido en Mayo de 2014, que también fue interceptado por policías y castigado por ellos ocasionándole derrames internos que obligaron a su familia a recurrir al hospital de manera urgente, es otro.
El caso de los menores Franco Gabardi y Carlasare que fueron llevados a la comisaría por cometer infracciones de tránsito, donde los castigaron sin miramientos, son hechos que también abonan la hipótesis de la pista policial.
Hay intereses cruzados en este entuerto, pero lo que se espera es que la verdad surja reveladoramente y se terminen deslindando las responsabilidades, si es que las hay, por la muerte de Nino. Y que las instituciones que deben resguardar al ciudadano y sus derechos, sean revestidas de credibilidad y transparencia.
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